Tanto el objeto a como el sujeto del inconsciente son dos entidades forjadas por Lacan de un modo totalmente original respecto de la teoría freudiana.

Estas dos entidades no son, estrictamente hablando, conceptos, sino más bien términos formales que pretenden designar elementos o instancias propias de la experiencia que tiene lugar en todo análisis.

Así entendidos, estos dos términos formales no designan ni describen algo material y existente, sino aquello que resulta de la conjunción de la palabra y del cuerpo cuando un paciente habla y el psicoanálista escucha.

El enfoque de esos dos términos, sujeto del inconsciente y objeto a, dado en esta obra conlleva el interés del autor por ser claro y conciso, manteniendo la profundidad del pensamiento lacaniano.